Triunfo del tiempo y del desengaño


  • 2012

DICIEMBRE 2012, SEVILLA

Galería Alarcón Criado

El título de la exposición, “El triunfo del Tiempo y del Desengaño”, alude a la obra homónima del compositor George Friedrich Haendel, una fábula moral sobre la fugacidal de la belleza y los placeres mundanos.

La obra de Haendel, en la que participan cuatro personajes- la Belleza, el Placer, el Desengaño y el Tiempo-, es una alegoría

sobre la farsa de ilusión y el hipnotismo de los placeres, que despilfarra su juventud en vicios y excesos. El Tiempo inmisericorde, que traerá el deterioro y el envejecimiento, juzgará con dureza las vidas vanales de los personajes, llevándolos hasta la muerte.

El triunfo del Tiempo y del Desengaño
Medidas variables
Aluminio, PVC, vinilo y madera
2012

La exposición

Está compuesta por varias piezas de carácter tridimensional, y principalmente por una instalación monumental protagonista dentro de la sala.

Línea de flotación

Línea de flotación
Medidas variables
Aluminio, PVC, vinilo y madera
2012

Anochecer
Medidas variables
Aluminio, PVC, vinilo y madera
2012

C

Fugacidad Multiplicada

Lo atractivo y lo inquietante, cotidianidad y excepcionalidad, la construcción de una idea y el desarrollo de formas son aspectos que aparecen antagónica e intrínsecamente unidos en cualquier proyecto de Rodrigo Martín Freire (1975), uno de los jóvenes artistas españoles con mayor proyección (…) este reflexiona sobre dos cuestiones que centran su interés: la transitoriedad del tiempo del hombre – lo que implica la provisionalidad de cualquier acción y decisión -, y la revisión y formulación de las medidas escalares de los procesos escultóricos.

En esa senda de búsquedas y encuentros de territorios límite, usa materiales industriales, y su experiencia en cinematografíay artes escénicas deriva en la contención temática, en la aséptica frialdad,

en multiplicación de perspectivas y planos, en instalaciones que parecen desdoblarse sobre sí mismas; sin principio ni final; sin adverso ni reverso.

Para observar la vida pasar, para atrapar su aspecto fugaz, se requiere una mirada diferida, apartada, protegida. Interior y exterior quedan enlazados por un vano acristalado. La ventana es un umbral simbólico que, como un escaparate absoluto, mantiene la calma y la distancia. El gran acierto de Martín Freire es mirar dentro y fuera simultáneamente (…)

Iván de la Torre
ABC Cultural
Sábado, 12 Diciembre 2012